Conocí a Vanina al finalizar una etapa laboral, de la mano de ella transité el proceso de outplacement. Descubrí una profesional integral, de una calidez única; aptitudes que sin duda fueron pilares al momento de reconstruir expectativas laborales y reinsertarme en el mercado. Recomiendo sin duda su trabajo, no solo por la calidad profesional, sino por la dedicación que pone en descubrir y potenciar a las personas, las herramientas y oportunidades que comparte y su persona por demás encantadora. Sin duda una profesional con un concepto holístico de las relaciones laborales.

Tuve el gusto de compartir varias sesiones de Coaching con Vanina en las cuales sus grandes capacidades de escucha y atención fueron fundamentales para orientarme en un profundo proceso de reflexión e introspección.
Destaco fuertemente su método para orientar hacia las preguntas claves que uno debe hacerse en la búsqueda del autodesarrollo, haciendo foco en descubrir el «para qué» de los sucesos y de las acciones que uno emprende.
Desde el punto de vista humano, tiene la gran virtud de acercarse con calidez facilitando la conexión necesaria para que las sesiones sean lo más provechosas posible. 

Tuve la suerte de conocer a Vanina en un momento en el que me encontraba sin claridad sobre mi rumbo profesional. Fue un apoyo fundamental.
Destaco especialmente su habilidad para crear ejercicios personalizados, que me permitieron ordenar ideas y ver mi potencial de una manera que en ese momento no podía. La manera en que Vanina guía el proceso es tanto estratégica como empática utilizando herramientas específicas orientadas a fijar un camino a futuro que refleja los valores que se van definiendo en las sesiones.

Concluí el programa sintiéndome como hace años, con una nueva motivación que había perdido en el camino. Para mí este programa ha dado lugar a un nuevo comienzo en otra etapa de mi vida. El proceso es ágil, llevadero, te permite autoconocerte a través de preguntas y recorridos que tomás vos Vani, que quizás en mi caso no me hubiera sentado a plantearme de motus propio. Uno va por vida a veces en piloto automático; es bueno parar y plantearse si la forma en la que estamos sintiendo y procesando nos sigue haciendo bien o tenemos que ajustar algunas cosas. Definitivamente la mejor decisión que tomé a esta altura de mi vida/carrera.